¿QUE HACEMOS CON ESTOS?
Orión, Aguirre, Bottinelli, Placente, “Chaco” Torres, Rivero, Bilos, D’ALESSANDRO, Silvera, Bergessio, Emiliano Díaz, Michael Díaz, Ramón Díaz, Rambert, Montillo, Darío Bottinelli, Ortiz, Bianchi Arce, Chávez, Voboril...
UN AÑO SEPULTADO POR EL FRACASO LIBERTADORES.
Nuevamente, sufrimos una expulsión en una instancia decisiva de un partido que definía el futuro de todo un año, las ilusiones de todo un pueblo, el destino de un plantel que había sido ¿preparado? para llegar al objetivo mínimo que era alcanzar la final de la Copa Libertadores (noten que no nombré la palabra campeón) que le fue esquiva a San Lorenzo desde sus inicios, en un principio por negligencias dirigenciales, luego por vendettas de los jugadores, por caprichos de técnicos, o por jugadores poco inteligentes, o por un poco de todo.
El cóctel “explosivo” para esta nueva edición de la Copa en el año del Siglo Santo, el equipo Santo fue preparado con grandes estrellas de fútbol mundial (¿?) que se encontraban con un ritmo y nivel de juego que podemos tener nosotros luego de tomarnos 15 lts de cerveza mezclados con 20 lts de fernet puro sin cola.
La preparación del equipo libertador comenzó en Junio del año pasado, con contrataciones de nivel como Bernie Romeo, Bilos, Aguirre, y estrellas como Emiliano Díaz, y Michael Díaz; tuvimos regresos de jugadores a préstamos que habían mejorado sustancialmente el nivel, como Montillo, D. Bottinelli, Ortiz, y otras incorporaciones que estaban destinadas al futuro como “Batman” Díaz, Morales Neumman (ex River), Lautaro Formica (jugó un solo partido en la primera mostrando un gran nivel, y no lo vimos nunca más); el objetivo principal de ese semestre, con el nivel de jugadores y la base del equipo campeón (recordemos que regalamos a Lavezzi y Ledesma), era el Bicampeonato. Resultados: nivel paupérrimo de juego (en un campeonato más accesible que el Clausura que habíamos ganado hacía un par de meses), un punto menos que nuestro hijo de patricios, mitad de tabla, y despedida de la mediocre Copa Sudamericana en primera fase frente al débil Arsenal de Sarandí (que luego se coronó campeón). ¿Algo para destacar? Los triunfos frente a Blanquiceleste S.A. que significaron superar en el historial al equipo de avellaneda, y en un partido que quedó para la historia dando vuelta un 0-3 para terminar ganando 4-3, y la buena racha en el resto de los clásicos, especialmente de local.
Con un Bilos que pasó 5 de los 6 meses que estuvo en el club lesionado, y en los partidos que jugó mostró un nivel de juego inferior al de Emiliano Díaz (con todo lo que eso significa). El juvenil Lautaro Formica, jugó un sorprendente partido debut-despedida, mostrando un gran nivel (solo tuvo un error que lamentablemente terminó en gol) y que daba para ilusionarse. En cuanto a los hermanos Díaz, ambos demostraron que no tienen nivel para jugar en primera, ni en el equipo de suplentes de los entrenamientos. Romeo tuvo poco rodaje (recordemos que no fue un jugador pedido por el entrenador) pero que apareció en partidos clave, como el partido con la empresa nombrado anteriormente. Aguirre, tema aparte. El comentario de los juveniles lo voy a dejar para más adelante y el comentario de la novela San Lorenzo-Ramón-River, se hizo en otro post.
Envueltos en los festejos del campeonato/centenario, recibimos una Copa Libertadores que apuntaba a ser la de San Lorenzo de una vez por todas, se mantuvo una base del campeonato anterior (solo se vendió a Gastón Fernández, Osmar Ferreyra, quien había levantado su nivel notablemente, volvió a Rusia por el vencimiento de su préstamo) y nuevamente con una “ayudita” del grupo inversor se produjeron incorporaciones sorprendentes e interesantes, Placente fue el primero en desembarcar, luego D’Alessandro (después de un ida y vuelta que hubo con su contratación), y Bergessio (otra novela de verano). Para variar, las incorporaciones llegaron sobre la fecha de comienzo de campeonato, menos Placente que fue el único que hizo la pretemporada casi completa con el club y Bilos, quien venía completamente fuera de estado por las continuas lesiones que había sufrido el campeonato pasado, pudo hacer la pretemporada al 100%; en el medio, resarcimiento económico al representante de Diego Placente por concretar la venta con San Lorenzo (¿?), resarcimiento económico a Silvera por haberse rechazado una oferta del exterior (¿?), se rechazó una oferta por Orión por una suma de dinero que no se ofrece por ningún arquero en el ámbito nacional y se rechazó una oferta muy importante por Bottinelli; del caso Saja vamos a hablar más adelante. Se formó el mejor plantel del campeonato argentino, hasta podría llegar a decir que uno de los mejores planteles de Sudamérica y uno de los mejores planteles que ha formado San Lorenzo para enfrentar la Copa Libertadores y el campeonato en los últimos 10 o 15 años y sin embargo el equipo nunca mostró un funcionamiento eficaz ni jerárquico, ni si quiera en los partidos que podía lucirse tranquilamente como contra San Martín de San Juan, Real Potosí de Bolivia (partido de local), Corinthians de Brasil (local y visitante), Caracas de Venezuela (local y visitante), River (tanto en los partidos por la Copa como en los del campeonato), Liga Universitaria de Quito (partidos de ida y vuelta), Blanquiceleste, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Huracán, A.A.A.J., Independiente, y algún otro partido que en este momento no recuerde, hasta esos que ganamos por una diferencia holgada, lo hicimos de contragolpe esperando muy atrás o por errores del rival y no por aciertos nuestros, a pesar de eso, algo que no se puede discutir es la entrega que los jugadores dieron en cada partido disputado, ya sean los “titulares” o los “suplentes”, el problema es que no todos los partidos se pueden ganar solo con entrega, se necesita también un buen funcionamiento de equipo, y eso no es algo que haya quedado plasmado en un 100%, hubieron partidos que tuvimos destellos de buen fútbol (sin ir más lejos recordemos el segundo tiempo en Potosí y el segundo tiempo en Nuñez) que lamentablemente no se mantenían en el transcurso de todo el partido; esto lo puedo dejar argumentado con el partido que significó la despedida de la copa, en el cual la entrega no fue suficiente para ganarle a un equipo que era ganable en los dos encuentros disputados. El equipo daba la impresión de que para jugar bien, necesitaban estar en una situación comprometida, ya que parecía que salían a la cancha con el partido ganado, debido a que era notable la diferencia en cuanto a nombres entre nuestro plantel y el plantel contrario (sea cual fuere este). A esto tenemos que sumarle la poca influencia de San Lorenzo en AFA en referencia a la designación de los arbitrajes, y a la forma de arbitrar, como así también en la Confederación Sudamericana de Fútbol por los mismos motivos (todos sabemos como se dirige a San Lorenzo ya sea de visitante o de LOCAL que es lo más preocupante).
Orión, Aguirre, Bottinelli, Placente, “Chaco” Torres, Rivero, Bilos, D’ALESSANDRO, Silvera, Bergessio, Emiliano Díaz, Michael Díaz, Ramón Díaz, Rambert, Montillo, Darío Bottinelli, Ortiz, Bianchi Arce, Chávez, Voboril...
UN AÑO SEPULTADO POR EL FRACASO LIBERTADORES.
Nuevamente, sufrimos una expulsión en una instancia decisiva de un partido que definía el futuro de todo un año, las ilusiones de todo un pueblo, el destino de un plantel que había sido ¿preparado? para llegar al objetivo mínimo que era alcanzar la final de la Copa Libertadores (noten que no nombré la palabra campeón) que le fue esquiva a San Lorenzo desde sus inicios, en un principio por negligencias dirigenciales, luego por vendettas de los jugadores, por caprichos de técnicos, o por jugadores poco inteligentes, o por un poco de todo.
El cóctel “explosivo” para esta nueva edición de la Copa en el año del Siglo Santo, el equipo Santo fue preparado con grandes estrellas de fútbol mundial (¿?) que se encontraban con un ritmo y nivel de juego que podemos tener nosotros luego de tomarnos 15 lts de cerveza mezclados con 20 lts de fernet puro sin cola.
La preparación del equipo libertador comenzó en Junio del año pasado, con contrataciones de nivel como Bernie Romeo, Bilos, Aguirre, y estrellas como Emiliano Díaz, y Michael Díaz; tuvimos regresos de jugadores a préstamos que habían mejorado sustancialmente el nivel, como Montillo, D. Bottinelli, Ortiz, y otras incorporaciones que estaban destinadas al futuro como “Batman” Díaz, Morales Neumman (ex River), Lautaro Formica (jugó un solo partido en la primera mostrando un gran nivel, y no lo vimos nunca más); el objetivo principal de ese semestre, con el nivel de jugadores y la base del equipo campeón (recordemos que regalamos a Lavezzi y Ledesma), era el Bicampeonato. Resultados: nivel paupérrimo de juego (en un campeonato más accesible que el Clausura que habíamos ganado hacía un par de meses), un punto menos que nuestro hijo de patricios, mitad de tabla, y despedida de la mediocre Copa Sudamericana en primera fase frente al débil Arsenal de Sarandí (que luego se coronó campeón). ¿Algo para destacar? Los triunfos frente a Blanquiceleste S.A. que significaron superar en el historial al equipo de avellaneda, y en un partido que quedó para la historia dando vuelta un 0-3 para terminar ganando 4-3, y la buena racha en el resto de los clásicos, especialmente de local.
Con un Bilos que pasó 5 de los 6 meses que estuvo en el club lesionado, y en los partidos que jugó mostró un nivel de juego inferior al de Emiliano Díaz (con todo lo que eso significa). El juvenil Lautaro Formica, jugó un sorprendente partido debut-despedida, mostrando un gran nivel (solo tuvo un error que lamentablemente terminó en gol) y que daba para ilusionarse. En cuanto a los hermanos Díaz, ambos demostraron que no tienen nivel para jugar en primera, ni en el equipo de suplentes de los entrenamientos. Romeo tuvo poco rodaje (recordemos que no fue un jugador pedido por el entrenador) pero que apareció en partidos clave, como el partido con la empresa nombrado anteriormente. Aguirre, tema aparte. El comentario de los juveniles lo voy a dejar para más adelante y el comentario de la novela San Lorenzo-Ramón-River, se hizo en otro post.
Envueltos en los festejos del campeonato/centenario, recibimos una Copa Libertadores que apuntaba a ser la de San Lorenzo de una vez por todas, se mantuvo una base del campeonato anterior (solo se vendió a Gastón Fernández, Osmar Ferreyra, quien había levantado su nivel notablemente, volvió a Rusia por el vencimiento de su préstamo) y nuevamente con una “ayudita” del grupo inversor se produjeron incorporaciones sorprendentes e interesantes, Placente fue el primero en desembarcar, luego D’Alessandro (después de un ida y vuelta que hubo con su contratación), y Bergessio (otra novela de verano). Para variar, las incorporaciones llegaron sobre la fecha de comienzo de campeonato, menos Placente que fue el único que hizo la pretemporada casi completa con el club y Bilos, quien venía completamente fuera de estado por las continuas lesiones que había sufrido el campeonato pasado, pudo hacer la pretemporada al 100%; en el medio, resarcimiento económico al representante de Diego Placente por concretar la venta con San Lorenzo (¿?), resarcimiento económico a Silvera por haberse rechazado una oferta del exterior (¿?), se rechazó una oferta por Orión por una suma de dinero que no se ofrece por ningún arquero en el ámbito nacional y se rechazó una oferta muy importante por Bottinelli; del caso Saja vamos a hablar más adelante. Se formó el mejor plantel del campeonato argentino, hasta podría llegar a decir que uno de los mejores planteles de Sudamérica y uno de los mejores planteles que ha formado San Lorenzo para enfrentar la Copa Libertadores y el campeonato en los últimos 10 o 15 años y sin embargo el equipo nunca mostró un funcionamiento eficaz ni jerárquico, ni si quiera en los partidos que podía lucirse tranquilamente como contra San Martín de San Juan, Real Potosí de Bolivia (partido de local), Corinthians de Brasil (local y visitante), Caracas de Venezuela (local y visitante), River (tanto en los partidos por la Copa como en los del campeonato), Liga Universitaria de Quito (partidos de ida y vuelta), Blanquiceleste, Gimnasia y Esgrima de La Plata, Huracán, A.A.A.J., Independiente, y algún otro partido que en este momento no recuerde, hasta esos que ganamos por una diferencia holgada, lo hicimos de contragolpe esperando muy atrás o por errores del rival y no por aciertos nuestros, a pesar de eso, algo que no se puede discutir es la entrega que los jugadores dieron en cada partido disputado, ya sean los “titulares” o los “suplentes”, el problema es que no todos los partidos se pueden ganar solo con entrega, se necesita también un buen funcionamiento de equipo, y eso no es algo que haya quedado plasmado en un 100%, hubieron partidos que tuvimos destellos de buen fútbol (sin ir más lejos recordemos el segundo tiempo en Potosí y el segundo tiempo en Nuñez) que lamentablemente no se mantenían en el transcurso de todo el partido; esto lo puedo dejar argumentado con el partido que significó la despedida de la copa, en el cual la entrega no fue suficiente para ganarle a un equipo que era ganable en los dos encuentros disputados. El equipo daba la impresión de que para jugar bien, necesitaban estar en una situación comprometida, ya que parecía que salían a la cancha con el partido ganado, debido a que era notable la diferencia en cuanto a nombres entre nuestro plantel y el plantel contrario (sea cual fuere este). A esto tenemos que sumarle la poca influencia de San Lorenzo en AFA en referencia a la designación de los arbitrajes, y a la forma de arbitrar, como así también en la Confederación Sudamericana de Fútbol por los mismos motivos (todos sabemos como se dirige a San Lorenzo ya sea de visitante o de LOCAL que es lo más preocupante).
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