viernes, 26 de noviembre de 2010

DESCONTROL

PLANO DEPORTIVO E INSTITUCIONAL


Las pésimas actuaciones del primer equipo de San Lorenzo, no son sino un fiel reflejo del desconcierto, desorganización y falta de criterio que no solo transmite sino que lleva a cabo de hace 9 años (acentuandose en los últimos 3) la dirigencia del club. El conjunto comandado por Ramón Díaz se sumerje en un océano de dudas y no hila dos pensamientos seguidos (lease jugadas), salvo que la pelota pase por los pies de Romagnoli, el último cerebrito del grupo. Sin quedar claro si los inconvenientes en el juego provienen de los jugadores, o del planteo táctico, San Lorenzo hace varias fechas que, no solo no suma de a tres, sino que juega pésimamente mal, y como si esto fuera poco, algunos jugadores parecen mostrar pocas ganas de jugar, algo a lo que los planteles de San Lorenzo ya nos tienen un poco acostumbrados lamentablemente.
Todo parece haber comenzado cuando perdimos el invicto, como siempre (pero como no debería ser) los problemas se ventilaron de alguna manera a la prensa, y se supo de las partidas de poker nocturnas (previas a los partidos), con un protagonista que hace que todo se agrave más aún, ni más ni menos que el ex capitán (y uno de los más coreados también) Diego Rivero, un hombre de 29 años, dándo un pésimo ejemplo a sus compañeros, y no escarmentando del papelón que hicieron la noche anterior al partido por Copa Libertadores frente a la Liga de Quito. A él, se le suma una de las últimas incorporaciones, el delantero uruguayo Sebastián Balsas, de mediocre actuación hasta la fecha (de hecho no está jugando y disputó un encuentro en la división Reserva y fue reemplazado a los 5 minutos del segundo tiempo por indisciplina). En resúmen, Ramón Díaz ha comenzado a pasar la escoba en el plantel, comenzando por el mencionado Diego Rivero, Sebastián Balsas, Rusculleda (prácticamente en un año no lo vimos jugar) y que también se sumarían Aureliano Torres y Nelson Benitez.
Lamentablemente el equipo no puede levantar desde hace varios campeonatos, habiendo acrecentado su crisis con Diego Simeone como técnico, también teniendo a los jugadores y dirigentes como cómplices. Ramón Díaz necesitaría de todo el apoyo dirigencial para poder torcer esta historia, y tal como él mismo dice, "tener paciencia" hasta la finalización del campeonato; un indisciplinado plantel hace que todo el trabajo cueste el doble, y la desidia dirigencial no ayuda a componer esta situación.